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Foto del escritoredsourigues

5º grado: Opiniones sobre Quiroga, seguimos conociendo a este gran autor.

¡Hola Chicos! ¿cómo andan?, seguimos recolectando datos para armar nuestras recomendaciones. En otra oportunidad trabajamos un biografía sobre Horacio Quiroga, ahora leeremos otra escrita por alguien muy especial, los datos que vas a encontrar a seguramente te van a servir para completar tu recomendación

¿Qué nos cuenta Laura Devetach sobre Horacio Quiroga?

1) Leé esta biografía de Horacio Quiroga un tanto especial que hace otra escritora que seguro conocés, Laura Devetach y pensá por qué la llama “Un encuentro con Horacio Quiroga”.



Revisando fotos y viejos libros, me volví a encontrar con este señor delgado,  barbudo, que a menudo vestía ropas de trabajo y botas. Su cara seria nos haría  pensar que andaba siempre pateando cascotes, con alguna bronca.
Me reencontré también con el Loro Pelado, la Gamita que estuvo ciega, la  Tortuga Gigante, los coaticitos, los flamencos y las rayas. Y todos me dijeron  que en realidad, don Quiroga era más bueno que el pan, aunque a veces, un poco  tristón.
Hasta los yacarés me dijeron eso.
¿Qué loro, qué gamita y qué yacarés?
Bueno, si no los conocen, corran a leer los Cuentos de la selva  que escribió Horacio Quiroga para los niños, en 1918.
Horacio, Silvestre
Todos alguna vez creímos que un escritor duerme sentado, con anteojos, la corbata  puesta y toma sorbitos de sopa de letras mientras lee un libro gordo. 
No, no, no.
Si tuviéramos que contar un cuento sobre Horacio Quiroga, podríamos empezar  así:
Había una vez un chico que nació en un pueblo uruguayo llamado Salto. Su segundo  nombre fue Silvestre... ¿Sería por eso que anduvo siempre enamorado de la naturaleza  y más tarde, concretamente, de la selva misionera?
Horacio era un inquieto y un curioso. No podía estar sin andar explorando cosas.  Por eso iba mucho al taller de un artesano amigo y aprendió de todo un poco.
En esos años se puso de moda la bicicleta y él se dedicó con pasión al ciclismo.  Tal es así, que cuando hizo el soñado viaje a París, que todos los escritores  hacían por esos tiempos, ¡se presentó a una competencia ciclística con la camiseta  de Salto! Los demás escritores iban a tertulias y al teatro y él... ¡a pedalear!  Y además, no le gustó París.
También se dedicaba a la guitarra, la química y la fotografía.
Y gracias a la fotografía descubrió Misiones, porque su amigo, el poeta Leopoldo  Lugones, lo incorporó como fotógrafo a un equipo que fue a recorrer las ruinas  jesuíticas. Allí, Quiroga se enamoró del monte, del verde increíble y el rojo  de la tierra y el sonido de la libertad de los animales. Esto fue en 1903. En  1906 compró tierras en San Ignacio y en 1909, se casó con su novia Ana María Cirés  y se fue a vivir a Misiones. Allí nacieron Eglé y Darío, sus hijos y compañeros  de correrías.
Al tiempo quedó viudo y aunque en su vida pasaron muchas otras cosas, éste  quizá sea el momento más importante. No tuvo miedo de enfrentar ni la selva ni  la crianza de sus hijos. Sabía coser y él mismo cuenta que lo que cosía con su  hilo encerado, no se rompía más. Comía arroz con charque, hacía cerámica con los  chicos, en un horno que él mismo construyó, y los hacía morir de risa caminando  en cuatro patas.
Hecho a mano
Todo lo que Horacio (Silvestre, no se olviden) tuvo en la selva era producto  de sus manos y de su ingenio: un gramófono (equivalente al centro musical de hoy)  que andaba con una espina por púa. Un alambre carril que unía el monte con la  meseta un poco más alta donde todavía está su casa.
¿Y cómo era su casa? Un enorme bungalow con horcones, armazón, techo  y piso de madera. Tenía su canoa, cepillaba sus remos, hacía sus desinfectantes,  extraía anilinas de las plantas para teñir camisas y otras ropas. En un cuento  nos dice que la niña hacía sombreros de cerámica y el varoncito víboras. Él adornaba  la casa con bichos disecados y maderas talladas. También ayudó y enseñó a los  niños a criar animalitos en la casa. De allí salieron cuentos como "El loro pelado"  e "Historia de dos cachorros de coatí y de dos cachorros de hombre".
Más adelante Quiroga se volvió a casar y tuvo otra hija, a la que decían Pitoca.  Fue ciudadano argentino y escribió muchos libros que ustedes irán leyendo a medida  que crezcan. ¿Cuáles? El desierto, Los desterrados,  Anaconda, Cuentos de amor, de locura y de muerte y  etcétera.          
Laura Devetach en Imaginaria,  número 97, 5 de marzo de 2003 (fragmentado)

2) Después de leer, anotá por qué te parece que Laura Devetach le puso ese título a su texto.


3) El texto que escribe Laura Devetach sobre Horacio Quiroga no es una biografía clásica, pero nos da información sobre el autor. Volvé a leerlo y registrá los siguientes datos que aporta sobre su vida y su obra.


Nombre del autor:

Lugar y fecha de nacimiento:

Lugar y fecha de muerte:

Lugares donde vivió:

Algunos datos sobre su familia:

Algunos datos sobre sus oficios y gustos personales:

Obras y características de la forma de escribir del autor:

3) ¿Cómo describe Laura a Horacio?


4) Para saber más sobre Horacio Quiroga, te proponemos ver el programa “Claves de lectura” de Canal Encuentro sobre la vida del autor. Allí, leen y nombran sus otros cuentos, los que escribió para jóvenes y adultos/as. Al principio del programa, se dan más datos de la vida de Quiroga. Miralo y revisá la ficha para completarla.


Para descargar la actividad, hacé click acá


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