Hola chicxs, ¿Cómo están? ¿Cómo les está yendo con las actividades?, les voy a pedir que por mail me escriban estas cuestiones, para saber cómo están…si hay algo que les costó o no, etc. A continuación, vamos a comenzar a trabajar con un género que seguramente ya conocen, el policial. Y en esta oportunidad les envío dos cuentos, uno va en archivo adjunto, y el otro es un fragmento.
Les armé una agenda de lectura, puede modificarse de acuerdo a sus necesidades y a la situación.
Actividades Prácticas del lenguaje 7°. 13/4
Actividad 1. Leer un cuento policial, tomar notas y completar un cuadro
a. Leé el cuento “La pieza ausente” de Pablo De Santis, y tomá nota de las siguientes cuestiones:
• ¿Por qué el narrador del cuento es llamado a declarar?
• ¿Quién mató a Fabbri y por qué?
• ¿Cómo descubre el narrador al culpable del crimen? Relacioná tu respuesta con esta cita del cuento: “Llega un momento en el que los coleccionistas ya no vemos piezas. Jugamos en realidad con huecos, con espacios vacíos (...)”.
La pieza ausente
Comencé a coleccionar rompecabezas cuando tenía quince años. Hoy no hay nadie en esta ciudad –dicen– más hábil que yo para armar esos juegos que exigen paciencia y obsesión. Cuando leí en el diario que habían asesinado a Nicolás Fabbri, adiviné que pronto sería llamado a declarar. Fabbri era Director del Museo del Rompecabezas. Tuve razón: a las doce de la noche la llamada de un policía me citó al amanecer en las puertas del museo. Me recibió un detective alto, que me tendió la mano distraídamente mientras decía su nombre en voz baja –Lainez– como si pronunciara una mala palabra. Le pregunté por la causa de la muerte: “Veneno” dijo entre dientes. Me llevó hasta la sala central del Museo, donde está el rompecabezas que representa el plano de la ciudad, con dibujos de edificios y monumentos. Mil veces había visto ese rompecabezas: nunca dejaba de maravillarme. Era tan complicado que parecía siempre nuevo, como si, a medida que la ciudad cambiaba, manos secretas alteraran sus innumerables fragmentos. Noté que faltaba una pieza. Lainez buscó en su bolsillo. Sacó un pañuelo, un cortaplumas, un dado, y al final apareció la pieza. “Aquí la tiene. Encontramos a Fabbri muerto sobre el rompecabezas. Antes de morir arrancó esta pieza. Pensamos que quiso dejarnos una señal”. Miré la pieza. En ella se dibujaba el edificio de una biblioteca, sobre una calle angosta. Se leía, en letras diminutas, Pasaje La Piedad. –Sabemos que Fabbri tenía enemigos –dijo Lainez–. Coleccionistas resentidos, como Santandrea, varios contrabandistas de rompecabezas, hasta un ingeniero loco, constructor de juguetes, con el que se peleó una vez. –Troyes –dije–. Lo recuerdo bien. –También está Montaldo, el vicedirector del Museo, que quería ascender a toda costa. ¿Relaciona a alguno de ellos con esa pieza? –Dije que no. –¿Ve la B mayúscula, de Biblioteca? Detuvimos a Benveniste, el anticuario, pero tenía una buena coartada. También combinamos las letras de La Piedad buscando anagramas. Fue inútil. Por eso pensé en usted. Miré el tablero: muchas veces había sentido vértigo ante lo minucioso de esa pasión, pero por primera vez sentí el peso de todas las horas inútiles. El gigantesco rompecabezas era un monstruoso espejo en el que ahora me obligaban a reflejarme. Solo los hombres incompletos podíamos entregarnos a aquella locura. Encontré (sin buscarla, sin interesarme) la solución. –Llega un momento en el que los coleccionistas ya no vemos las piezas. Jugamos en realidad con huecos, con espacios vacíos. No se preocupe por las inscripciones en la pieza que Fabbri arrancó: mire mejor la forma del hueco. Lainez miró el punto vacío en la ciudad parcelada: leyó entonces la forma de una M. Montaldo fue arrestado de inmediato. Desde entonces, cada mes me envía por correo un pequeño rompecabezas que fabrica en la prisión con madera y cartones. Siempre descubro, al terminar de armarlos, la forma de una pieza ausente, y leo en el hueco la inicial de mi nombre. Pablo De Santis (2014) “La pieza ausente”, en Trasnoche. Buenos Aires, Alfaguara.
» Releé la cita anterior y el final del cuento. ¿Cómo se relacionan esos “espacios vacíos” de los rompecabezas con ese final?
“La pieza ausente” es un cuento policial. En este subgénero se narra la investigación de un crimen, generalmente llevada a cabo por un detective que recolecta pistas para resolver un enigma.
Releé tus notas y completá el siguiente cuadro:
Actividad 2. Leer un cuento policial, completar un cuadro y realizar breves escrituras de ficción.
a. Leé el cuento “La inspiración” (va en archivo adjunto al mail), de Pablo De Santis, y realizá las siguientes actividades:
» Completá el cuadro de la actividad 1.
» En el cuento, Feng sostiene: “Siao trabajaba a partir de aquello que lo sorprendía. EI momento en que se detiene el rumor de las cigarras, la visión de una estatua dorada entre la niebla, una mariposa atrapada por la llama. De estas cosas se alimentaba su poesía”. A partir de esto, imaginá y escribí qué otras “trampas poéticas” podría haberle tendido el malvado poeta Ding al poeta Siao.
» El ideograma inconcluso del poeta Siao decía “cometa en llamas”. Imaginá y describí esa imagen tal como lo habría hecho el poeta Siao. Podés hacer muy interesante tu texto si utilizás adjetivos y comparaciones. Por ejemplo: “Un cometa rebelde y naranja, surca el cielo como una herida que sangra”
Para estas actividades realizaremos una video llamada para conversar y hacer autocorrección. Yo les aviso el día y la hora.
Recuerden que me pueden escribir al mail por cualquier duda o inquietud.
Besos. Cynthia
Para descargar las actividades, hacer click acá
Cuando sucede el hecho de la muerte de fabri